Vacaciones en Creta - Vacanze a Creta - Holidays in CreteEl impresionante paisaje de Xerokampos y sus islas Kavali desde la vertiginosa carretera
En 2015 fuimos a Creta por primera vez y recorrimos algunas zonas del oeste de la isla y aquí os lo contamos. Nos gustó mucho, sus gentes, su clima, sus playas y su gastronomía (tiene este post en nuestra web) así que en agosto de 2018 decidimos volver a pasar nuestras vacaciones. Esta vez nos aventuramos por el sur, un poco de este y la capital, Heraclión.
Os hacemos un "pequeño" resumen de nuestra estancia por si es inspirador para vuestros planes.
Primera base, el pueblo de Matala, un antiguo asentamiento hippy que aún conserva su ambiente de flower power y peace&love de los años 60 y 70. Gusta o no gusta. A nosotros nos gustó. Y a muchos famosos de aquella época, también (Bob Dylan, John Lennon, Cat Stevens, Janis Joplin, Joan Baez, Joni Mitchell (que le dedicó una canción "Carey")
El árbol tallado símbolo de la Matala hippie
Hippeando en Matala
Escenas de Matala
En general, los pueblos costeros de Creta no tienen mucho encanto porque están volcados en el turismo y puedes encontrarte ristras de apartamentos con otras ristras de tabernas, restaurantes y tiendas de souvenirs en sus bajos, a modo de boulevard costero. Pero Matala al menos tiene personalidad, un poco decadente eso sí. Mucho souvenir y taberna también pero con cierta alma propia.
El pueblo está en una pequeña y tranquila bahía adonde se dice que llegó Zeus con Europa a sus espaldas. Es una playa "urbana" pero de aguas muy limpias, perfecta para un chapuzón cuando llegas al pueblo después de estar por el día recorriendo otras zonas. En uno de sus laterales tiene unos acantilados de arenisca donde se excavaron unas cuevas, se supone que fue un cementerio romano. Muchos hippies se instalaron allí hasta que las autoridades acabaron expulsándolos del pueblo. Se pueden visitar y desde allí arriba hay bonitas vistas de Matala.
Detalles de la bahía, el pueblo y las cuevas
La playa de Matala desde las cuevas
GASTRONOMÍA
Entre los restaurantes sobre el mar destaca la Sunset Tavern para ver la puesta de sol desde su "Back Garden" que en realidad son unas cuantas sillas cutres en su parte trasera y sobre la roca para ver el espectáculo. Y merece la pena. También se puede cenar pero nosotros estuvimos dos veces tomando un vino y viendo cómo el sol desaparecía en el mar.
Bajando unos escalones, se llega al back "garden" y se asiste al espectáculo de preciosas puestas de sol con el mar a tus pies
Sobre el mar también cenamos en el restaurante Scala pero, aunque las vistas son preciosas y el servicio fue bueno, la comida era del montón. Platos clásicos de la gastronomía griega. Si no sois muy exigentes con la gastronomía, es un lugar romántico y panorámico.
Nuestro restaurante favorito y que recomendamos sin duda fue George's Yard. (George fue un famoso hippie. Tienen un poster con su lema "Today Is Life. Tomorrow Never Comes"que puede leerse también en un muro de la playa). No tiene vistas al mar, pero merece mucho la pena. Fuimos dos veces. Buena comida y excelente servicio. Pronto tendrá su propio post.
Queso caliente, puré de legumbres con tomates secos, moussaka muy buena y muchas cosas más bien ricas
En las afueras de Matala (Tympaki) cenamos una noche en esta taberna Chrisopigi. Comida muy buena con buenos ingredientes y buenos vinos en un fresco jardín (con un servicio simpático pero un poco lento). Que no falte el dakos (pan duro, doblemente horneado, que se ablanda con tomate y aceite y se sirve también con queso feta y aceitunas negras, que son súper sabrosas) Legumbre en puré y en fresca ensalada con tomate y pepino
Y que no falte tampoco el cordero, típico de Grecia y las patatas fritas que en Grecia hacen siempre caseras y con mucho arte
Para desayunar, el mejor nos pareció Mama's Bakery. Un gran surtido de dulce y salado, cafés, zumos y amabilidad.
Café freddo frappé, la pasión de los griegos. Enormes zumos de naranja y una elección de dulce y salado para aburrir
Para la sobremesa tras la cena, hay montones de terrazas con vista mar o también en la plaza del pueblo, donde organizan también conciertos.
PLAYAS
Pero vamos a las playas que es lo que nos gusta (recordad que en Creta hay muchas playas de piedras o guijarros y es más cómodo entrar en el agua con zapatillas de agua).
A unos 25 minutos andando por un camino escarpado que sale del mismo pueblo (y en verano bajo el sol, se hace un poco duro... llevad agua y calzado apropiado para caminar entre piedras) está la Red Beach. Durante el trayecto se admiran bonitas vistas del pueblo de Matala y de las montañas.
Acantilados, aguas cristalinas, arena rojiza y chiringuito (un poco abusón eso sí) pero es un lugar perfecto para pasar unas cuantas horas.
En ruta hacia Red Beach
Buena bajada, que a la vuelta será subida...
El chiringuito, agradable pero un poco caro (agosto 2018, un mojito 9 eurazos)
Aguas transparentes y playa tranquila
Como nos gustan las playas poco concurridas, no nos importa hacer kilómetros para buscarlas. A pocos kilómetros del pueblo está la playa de Komos, larguísima, abierta y tranquila, con un yacimiento arqueológico. Tiene también una roulotte que vende bebidas, una taberna y un chiringuito molón y con estupendas vistas.
Las vistas desde la parte alta del chiringuito son estupendas y la comida sencilla pero buena. Qué bien sabe la cerveza Alpha aquí sentados.
Y bastante más lejos, pero merecen la pena, están las playas de Agios Pavlos con unas dunas de pronunciada pendiente y que se comunican entre sí por un sendero que cruza la alta roca que las separa (y atención, sin chiringuito aunque hay un hotel y un beach bar en otra playa muy cercana).
y la playa de Triopetra. Menos salvaje pero grande y con esas Tres Piedras que dan nombre a la playa y que son espectaculares. A estas playas también fuimos en 2015 porque estaban en nuestra ruta de la parte oeste de la isla.
Espectaculares formaciones en esas 3 piedras
Después de disfrutar de unos días en esta zona nos trasladamos al Makrigialos, un pueblo que no vale nada pero está bien situado para lo que queríamos visitar por esa zona de la isla.
GASTRONOMÍA
En este pueblo con playa urbana también y terrazas en el mar (atención a los precios del alcohol) destacamos esta taberna Agyrovoli donde cenamos estupendamente a pie de playa. Verdura cocida con limón y aceite, acompañamiento perfecto del puré de habas y un espectacular codillo, se deshacía en la boca.
También comimos gyro y souvlaki en el más recomendado del pueblo: Makris
En las afueras del pueblo, en Pefki, zona de montaña, tuvimos una divertida cena musical en esta taberna Piperia. La mezcla de folclore local, bailes, comida, bebida y buena atención hizo que fuera una buena velada. Hasta servidora se marcó un sirtaki.
Las noches musicales tienen un menú fijo a 25 euros que incluye comida griega (puedes repetir cuanto quieras), vino, postre y raki, el licor de la isla.
PLAYAS
Y vamos a las playas. Nos acercamos a la playa del Dragon Cave, Kalo Nero (pequeña) con buena taberna cerca y a la de Diaskari (foto de abajo), con tamarindos y una taberna muy buena y concurrida a pie de playa.
Lo más espectacular de la zona fue Xerokampos, campo seco como indica su nombre. Una zona con un paisaje lunar, una carretera realmente vertiginosa, un viento de aúpa y unas vistas impresionantes.
En esta zona hay una sucesión de playas (ver foto esquema) con costa baja, islas, poquísimas construcciones y bastante poca gente. Tan a gusto.
Después de recorrer varias, nos instalamos en la playa de Argilos, que está pegada a la de Gerondolakkos. Como su nombre indica, hay arcilla para dejarte la piel como el culito de un bebé.
En la parte de arriba de Argilos encontramos esta iglesia, cerrada y con la llave puesta. Muy cuca y con vista al transparente y fresco mar.
Esta es la playa de Mazida Ammos. Cuando llegamos por la mañana, ¡estábamos solos!
Otro día nos acercamos a la zona este para ver la famosisísima playa de Vai = a cómo cargarse una maravillosa bahía con palmeral natural y transformarla en una especie de parque temático. Como nos lo olíamos, fuimos tempranísimo, la disfrutamos prácticamente vacía y nos fuimos, dirección Zakro Kampos que es una playa que no nos gustó, llena de chiringuitos y tabernas y con las ruinas (literalmente piedras) de un palacio minoico. Así que volvimos a "nuestra" playa de arcilla, en Xerocampos. ;-) La playa de Vai, si no se va temprano corréis el riesgo de pasar el día en una playa atestada
Eso sí, yendo hay un famoso puesto de plátanos que están riquísimos.
Volviendo a Makri Gialos paramos en Etia, un curioso pueblo veneciano abandonado con una buena taberna.
Dejamos el sur y su flora
(esta curiosa planta es el Callistemus citrinus y se llama limpiatubos)
y su fauna (hay gatos por todas partes en Grecia y también altares por toda Creta)
y nos vamos a pasar la última noche a la capital, Heraclión. Pasamos por la famosa zona turística de Agios Nikolaos. El mar es estupendo pero está bastante lleno de gente, hoteles, apartamentos. Para gustos, colores.
Heraclión no tiene el encanto que nos ofreció Chania (La Canea) en el viaje anterior pero tiene su aquel. Nada más llegar visitamos el Palacio de Knossos del rey MInos Seguramente hay que elegir bien el horario y merece la pena madrugar, por la gente y por el calor. Pero no teníamos otro hueco. La visita fue muy interesante aunque muchas cosas internas cuesta verlas porque están bastante inaccesibles, lógicamente, y porque las protecciones acristaladas no ayudan nada. Se refleja todo y no están tampoco muy limpias... Pero visitarlo y pensar en la historia del laberinto de Dédalo, el Minotauro, Teseo, Arianna... Ya sabréis que Creta es la cuna de la civilización minoica y este palacio tiene muchas historias que contar. Informaros bien antes de entrar y lo disfrutaréis. Reconstrucción del palacio, se supone que el palacio en sí era el laberinto del Minotauro. Teseo se enfrentó a él por amor de Ariadna y ella le ayudó a salir con el famoso hilo
Los delfines
La sala del trono, una de las joyas del Palacio
Algunos puntos de interés de Heraclión son la fuente de los leones, la loggia veneciana; la iglesia de San Tito, la fortaleza y el puerto, la catedral de San Minas. Aquí os dejamos un popurrí gráfico.
En la Galería Municipal (Basílica de San Marco) vimos esta interesante exposición de Marios Pontikakis, un escultor y creador de máscaras.
Tomamos un buen vino rosado en una taberna de lo más auténtica
Y un aperitivo de lujo en un lugar muy bonito, Pefkari Eso que veis en la foto son flores de calabacín rellenas de arroz y queso
y cenamos en una taberna genuina, Erganos El habitual popurrí de platos griegos, esta vez destaca el cordero "antikristo", delicioso
Dejamos Creta al amanecer destino Atenas (aquí ya están los dos posts 1ª parte y 2ª parte de nuestros días atenienses). Una bonita despedida. Efvaristò! (Parakaló!)
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