Rodas, la isla del Coloso
Un brindis en Lindos, con su acrópolis de fondo y la estupenda luna naranja que nos acompañó, iluminando el mar.
Este es un artículo escrito desde la tristeza. Nuestro gran amigo Piero nos dejó recientemente. Los últimos y largos posts de este blog estaban elaborados para contarle y enseñarle lo más posible de nuestras rutas. La puta ELA le había dejado sin la posibilidad de desplazarse y conocer mundo, algo que tanto le gustaba y que tantas veces hicimos juntos, dejando memorables encuentros, anécdotas y vivencias. Así que siempre le teníamos presente durante los viajes y, a la vuelta, enseguida llegaba el trabajo ilusionante de ordenar ideas y relatos para él. Ahora escribimos este sabiendo que no podrá leerlo pero eso no significa que no nos acompañara y estuviera presente cada día. Y así será siempre: un amigo ejemplar, generoso y bueno, siempre a nuestro lado, sin fallarnos. Seguiremos viajando y llevándote siempre en nuestros pensamientos y corazones. Brindamos por ti. Sempre con noi. Puxa!
Rodas, es la isla más grande del Dodecaneso, en el mar Egeo, muy cerca de la costa turca. Una isla muy visitada así que en agosto, época de nuestra visita, estaba muy muy llena de turistas. Un turismo predominantemente familiar y tranquilo pero muy numeroso. Si os gustan los lugares más salvajes y genuinos, quizá esta isla no cumpla totalmente vuestras expectativas.
Llegamos al aeropuerto de Rodas procedentes de Milán Malpensa y enseguida nos dirigimos a la ciudad de Lindos, a unos 50 km de Rodas capital, dirección sureste, después de haber alquilado previamente un coche con el cómodo Rentalcars. Una carretera con tráfico y con muchos pueblos costeros. Ambiente mediterráneo y llama mucho la atención la cantidad de casas y edificios abandonados a mitad de su construcción. Se nota que la crisis pegó fuerte en este país.
También se percibe que durante unos años (1912-1943) la isla fue italiana. Se ve en algunas infraestructuras, en las rehabilitaciones arqueológicas, en la arquitectura nueva de la capital y en la gastronomía (muchos platos de pasta). Aquí tenéis un interesante artículo con más datos
LINDOS (5 noches)
Lindos es un bonito y fotogénico pueblo, casas blancas que "trepan" por la ladera de una formación rocosa dominada por la imponente acrópolis. El pueblo tiene montones de callejuelas entre las casas encaladas pero todo son tiendas, bares y restaurantes, eso sí, prácticamente todos con terraza en su azotea para disfrutar de la preciosa vista. Los restos de la acrópolis y su ciudadela medieval (entrada 12 euros, agosto 2019) son también un magnífico punto panorámico desde el que ver el pueblo, sus playas (Hegalos Gialós y Pallas) y la bahía de Saint Paul.
Acrópolis y playas de Lindos
Bahía de Saint Paul
Acrópolis
Detalles de nuestros días en LindosGatos por doquier, burros por doquier (los usan para subir y/o bajar a los turistas de la acrópolis. La caminata no es para tanto y es bonita), gyros, café frappè.
Casas encaladas y bouganvillas
En la isla hay montones de bonitos mosaicos hechos con los cantos rodados de su costa
Cerveza Alfa, para nosotros, de las cervezas comerciales griegas, es la mejor. Y el ouzo, un destilado de anís que se toma rebajado con hielo (y agua si se quiere) y que se toma de aperitivo, digestivo o durante las comidas.
Los donuts griegos están riquísimos
Dónde comer y beber:
La gastronomía de la isla es bastante similar a la griega en general: moussaka, quesos, ensaladas, aceitunas y aceite de oliva buenos, yogur, miel, gyros, souvlaki, cordero en varias variantes, tzatziki, berenjenas fritas, en ensalada, en varias modalidades, (muchas verduras en general), alcaparras y ensaladas de hojas de alcaparras, puré de "fava" (guisantes amarillos), pescados, pastas (por la influencia italiana que comentábamos). Vinos bastante normalitos y el omnipresente Ouzo, el licor anisado que se rebaja con hielo y que se puede tomar de aperitivo, de digestivo o incluso durante la comida.
Estos son los lugares que destacamos:
Mavrikos, en la plaza del pueblo, un poco caótica con coches y taxis. Muy agradable. Buen servicio y buena comida.
Comimos una ensalada de alcaparras frescas, supersabrosas y con sus hojas. Muy bueno.
Pallas Beach Tavern. Un sitio romántico y relajante. Las mesas de la terraza están en la misma playa y puedes comer/cenar junto a la orilla. Buen trato y comida muy buena. Hay un establecimiento al lado para tomar un buen aperitivo y otro al otro para tomar una copa por la noche.
Melenos, un lugar de lujo. Restaurante o también terraza jardín con bonitas vistas
Acropolis. Un restaurante como la mayoría de los que hay en las casas del pueblo, con terraza panorámica en su azotea. Nos trataron bien y comimos muy decentemente.
Mythos, un bar restaurante con terraza con vistas sobre la plaza (estupendo para ver los bailes por la fiesta del 15 de agosto) y de la acrópolis con un personal encantador.(El 15 de agosto había fiesta en el pueblo, con puestos de souvlaki, bebida, música y bailes)
Dimitris, junto al Mavrikos, terraza donde aperitivear o comer, con vistas del mar y la acrópolis
Hay alguna taberna más como el Oasis Restaurant, casero y familiar; la taverna Hermes, el Rain Bird Bar pero no hay muchos sitios con solera.
Playas de los alrededores de Lindos y costa oeste
La costa este está más reparada, con unas aguas más tranquilas y cálidas (en algunos casos, ¡hasta caliente!:-( )
El mismo pueblo de Lindos tiene dos playas urbanas (Hegalos Gialós y Pallas) y la bahía de Saint Paul. Muy llenas pero cómodas.
En general, todas las playas tienen buenas tabernas y algunas también (o solo) beach bar (que suelen ser más modernos).
En los alrededores destacan:
Agathi Beach (Golden Sand) de arena dorada y también con mucha tumbona y sombrilla. Solo estuvimos en una de las tabernas. La playa, muy llena para nuestro gusto.
Otra playa famosa de la zona es Haraki/Charaki, también bastante ocupada y con el aliciente de un castillo en un pequeño promontorio.
Tsambika, es una de las más famosas de la isla, de arena. Tiene también mucha gente y una fotografiada roca con la bandera de Grecia (llevad calzado porque pincha) junto a una gran duna. En los alrededores de esta playa hay dos monasterios. Uno a pie de carretera (muy bonito)
y otro al que se accede subiendo una interminable escalinata entre piedras de 300 escalones (recomendable llevar agua). Este último monasterio no vale mucho pero tiene bonitas vistas de la costa y del despoblado interior. La gente hace ofrendas de agua, aceite, pulseras.
Stegna, una playa tranquila y estrecha, de guijarros y arena gruesa, con dos buenas tabernas (Limnioni y Stegna Kozas, esta última más cara). Comimos en la primera.
Playa de Plimmiri, nos acercamos a esta tranquila playa, con arena, guijarros y una buena taberna a pasar unas horas
antes de cenar en un lugar cercano recomendado: Taverna Platanos. Es un bonito patio (con muchas avispas...), con buen servicio y comida genuina. Agradable.Abajo a la derecha está el pastitsio. Es una especie de lasaña pero hecha con capas de macarrones.
Y en Kalathos, muy cerca de Lindos, es donde encontramos la playa más tranquila y nuestro "cuartel general": 4 km de ensenada, de guijarros pequeños y preciosos, muy pulidos y con colores. Hay 3 puntos con beach bar y sombrillas muy distanciados entre sí: uno carísimo y musical gestionado por italianos; otro pertenece a un resort de lujo y solo puedes acceder al bar y otro, libre, llamado Ostria. Muy tranquilo, con un bar correcto y un servicio amabilísimo, aunque no rústico. En esta playa es donde pasamos más tiempo, tan a gusto, relax y tranquilidad, guijarros y la visita de decenas de libélulas, una de ellas se hizo inseparable; esperaba a que Palma volviera del agua para volverse a posar.
y muy cerca de Ostria, una taberna muy buena a 1 km por la misma carretera (Stefanos family) frente a una pequeña iglesia blanca.
Ensalada típica de Rodas con dakos (pan seco, doblemente horneado que aquí presentan troceado, con tomate, tomates secos, lechuga, pepino, orégano y lascas de queso graviera (un queso griego con DOP).
En la punta sur de la isla está la playa de Prasonisi, con dos orillas. Con la marea baja se puede caminar entre ambas. Es una playa muy muy grande, de arena, meca de windsurferos y kitesurferos, ¡hay un montón!. La parte de la playa orientada a este es de aguas tranquilas; la orilla oeste, más ventosa y con olas. Las dos tabernas que hay, son bastante mediocres.
Yendo de Lindos a esta playa se pasa por un lugar muy curioso. Una antigua colonia italiana ahora reestructurada, Colonia San Marco (de hecho el campanario recuerda al de San Marcos de Venecia), y donde hay un café-tienda con productos excelentes. Recomendamos el yogur y los granizados de limón (buenísimo), sandía y melón.
En la costa oeste el litoral es muy ventoso y salvaje, con acceso más difícil. Hicimos un tramo de una carretera con un paisaje de puro mediterráneo pero para acceder a la costa no hay buena señalización ni buenas carreteras. Así que para evitar un disgusto con el coche en medio de la nada, fuimos a la que está más fácil: Fourni Beach. Es pequeña, de guijarros pero muy tranquila y con una cantina "sobre ruedas" pero que tiene un buen montaje de mesas rústicas a la sombra. En las inmediaciones de esta playa está el castillo de Monolithos, con vistas impresionantes.
Un poco más adelante está la playa de Kopria, muy pequeña, con agua profunda pero tranquila y con taberna.
Volviendo a Lindos desde esta zona, se cruza el interior por una de las "wine roads" de la isla. Paisajes de olivares, viñedos, tierra, colinas, sin edificaciones. Hay un pueblo vinícola, Embonas, con tabernas y puntos de degustación de los vinos locales, en su mayoría con personal muy amable y con degustación gratuita. El pueblo no es especialmente bonito y los vinos locales, tampoco son especialmente buenos. Pero es una ocasión para probar distintas variedades.
Después de patear esta zona sur durante 5 días (dan mucho de sí porque madrugamos y hacemos varias playas al día), nos trasladamos a Rodas capital.
RODAS CIUDAD (2 noches)
La ciudad de Rodas tiene un importante centro medieval donde la orden de los Caballeros de San Juan (posteriormente se trasladaron a Malta tras perder contra los turcos) se instaló durante dos siglos construyendo una bella ciudad con su parte residencial de palacios y su parte comercial de callejuelas y plazas. Está muy bien conservada gracias también a las intervenciones de restauración de Italia durante la época en la que dominó la isla.
Rodas se divide en la Ciudad Antigua y la Nueva:
Los puntos de interés de la antigua son:
el Museo Arqueológico, en el antiguo hospital.
el Palacio del Gran Maestro que era la fortaleza de los Caballeros, un lugar imponente que pasó posteriormente por varios usos bajo los turcos y los italianos.
la calle de los Caballeros (Odós Ipotón). Aquí está las posadas donde se agrupaban los caballeros en función de su nacionalidad. Quedan las de Francia, Italia, Provenza y España y son consulados.
Puerto de Mandraki. Ahora es un puerto turístico pero aquí veréis las columnas con los ciervos que se supone protegieron a la ciudad de una invasión de serpientes. Y aquí dice la leyenda que se apoyaba la estatua del Coloso, una de las 7 maravillas del mundo. Otros dicen que estaba en la acrópolis y que cayó al mar a causa de un terremoto.
E iglesias, mezquitas, sinagogas y en esta parte antigua hay mucho comercio, tabernas, tiendas y muchos turistas así que la oferta tampoco es muy genuina, excepto contados establecimientos.
En la parte nueva está el Agora donde hay instalado un mercado (que ahora es más un bazar de souvenirs), la iglesia ortodoxa, el ayuntamiento y bares y cafeterías con terrazas de todo tipo y muy numerosos.
El Puerto de Mandraki, sobre esas dos columnas se supone estaba apoyada la estatua del Coloso
El ciervo símbolo de la ciudad
También hay playa. La parte este, atestada de gente y bares musicales y la oeste con mar más abierto y ventosa, estaba mucho menos masificada.
y regala estupendas puestas de sol.
Comer y beber en Rodas ciudad
Minos Roof Garden, una terraza panorámica con preciosas vistas
Destileria Sifonios, terracita para probar su ouzo
Ouzerie Koumparaki, un agradable lugar frente al mar (una pena la carretera en medio). Fuimos a tomar solo el aperitivo a la hora del atardecer pero los platos y carta tenían muy buena pinta. Y el personal, muy servicial y amable
Cellar of Knights, una tienda de licores, cervezas y vinos. Ya no tienen licencia de bar pero nos tomamos una cerveza artesana que estaba bien buena. Una IPA Voreia.
Tamam, uno de los restaurantes con más renombre. Es muy pequeño y con una decoración muy actual. La pega es que no reserva y nos tocó hacer una cola de ¡una hora y media! que se pasó volando hablando animadamente en la cola con una pareja israelí que estaba de vacaciones y los vinitos que sacaban del restaurante para que estuviéramos contentos mientras esperábamos. Es un lugar original y con buena comida pero no repetiría tanta espera. Si queréis probarlo, id fuera de horas punta.Uno de los platos estrella: costillar de cordero sobre puré (Lamb rack). Muy bueno pero no tan excelente como dicen.
Koykos, otro de los restaurantes más reputados. Tiene un interior muy bonito, con horno de leña y una agradable terraza. Servicio muy bueno y también buena comida aunque desigual. Pero lo recomendamos.
Playas de alrededores
Las playas más renombradas de los alrededores de la ciudad son Faliraki, Kallithea y la bahía de Anthony Quinn (una pequeña cala) todas ellas muy repletas en temporada alta y que es mejor visitar si se madruga. Esta última tiene aguas cristalinas.Faliraki, a tope. No es lo nuestro.
Anthony Quinn
Una playa más tranquila de los alrededores de Rodas capital es Traganou-Afandou, de guijarros y con taberna. Ahí pasamos nuestro último día a la bartola, en una hamaca con sombrilla. Y comiendo fruta.
¿Cómo funciona el tema de las hamacas? Los precios de las playas a las que fuimos van de 6 a 12 euros por día (para dos personas). Muy asequible y cómodo. Y en general, no aparece nadie para cobrarte hasta las 11 de la mañana.
Y la última noche fue la demostración de que "el mundo es un pañuelo". Cenamos en el restaurante Koykos con amigos madrileños con los que casualmente coincidimos de vacaciones en la isla. Un estupendo colofón que nos dio alas para volar contentos a Atenas al día siguiente, donde pasamos nuestros dos últimos días de las vacaciones del verano 2019. Pero eso, es otra historia.
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